Tras el final de la Primera Guerra Mundial, las fuerzas armadas del Imperio Alemán fueron oficialmente disueltas en enero de 1919. Sin embargo, en marzo de ese mismo año, el gobierno decidió crear un nuevo cuerpo militar provisional: el Reichswehr, que estaba llamado a ser la base de una futura fuerza defensiva nacional. Tras varios meses de transición, esta nueva estructura fue formalmente establecida en enero de 1921. De acuerdo con lo estipulado en el Tratado de Versalles de 1919, el ejército alemán quedó sujeto a fuertes limitaciones tanto en número de efectivos como en armamento. Solo se permitía su uso en tareas de seguridad interna y vigilancia fronteriza. Estaban expresamente prohibidos los vehículos blindados, la artillería de más de 105 mm, los submarinos y los buques de gran desplazamiento. Tampoco se autorizaba el establecimiento de una fuerza aérea.
El Reichswehr en operaciones militares
Durante los convulsos años iniciales de la década de 1920, el Reichswehr fue utilizado sobre todo para sofocar levantamientos de la izquierda radical. Uno de los episodios más destacados fue la insurrección espartaquista de enero de 1919 en Berlín, organizada por la Liga Espartaquista (Spartakusbund). Al mismo tiempo, funciones de defensa y control eran asumidas por formaciones paramilitares voluntarias —los Freikorps— que operaban fuera de las restricciones impuestas por el tratado, o allí donde el Reichswehr no disponía de tropas suficientes. Estas unidades actuaron en enfrentamientos fronterizos con voluntarios polacos y lituanos, y participaron en los combates contra el Ejército Rojo del Ruhr (Rote Ruhrarmee), una milicia obrera surgida durante una revuelta en el área industrial del Ruhr en 1920. Más adelante, entre octubre y noviembre de 1923, durante la intervención federal en Sajonia y Turingia (Reichsexekution), el Reichswehr colaboró con grupos nacionalistas para derrocar gobiernos regionales de izquierda. Sus generales mantenían lazos estrechos con asociaciones de veteranos de ideología ultraconservadora como Stahlhelm y Kyffhäuserbund, abiertamente opuestas a la República de Weimar.
A partir de 1921, en clara violación del tratado, el Reichswehr comenzó a desarrollar en secreto nuevos tipos de armamento y a reconstruir una aviación militar, en estrecha cooperación con el Ejército Rojo soviético. Alemania invirtió en tecnología avanzada y consiguió formar a sus oficiales en territorio de la URSS.
La colaboración germano-soviética fue mutuamente beneficiosa. Alemania ofreció apoyo al desarrollo industrial militar soviético, mientras que oficiales del Ejército Rojo recibían formación en academias militares alemanas. Por su parte, el Reichswehr pudo ensayar nuevas armas y realizar maniobras en suelo soviético sin vigilancia extranjera. En la ciudad de Lípetsk se fundó una escuela de vuelo conjunta, donde instructores alemanes formaron a unos 120 pilotos soviéticos, más de 100 observadores aéreos y cerca de 30 técnicos. Parte de esa formación también tuvo lugar en Alemania. El objetivo era preparar personal y procedimientos para una futura aviación militar alemana, lo que más adelante sería la Luftwaffe, pese a las prohibiciones del Tratado de Versalles.
La ocupación del Ruhr por fuerzas francesas y belgas en 1923 supuso una crisis para la República de Weimar. El Reichswehr, limitado tanto por las restricciones militares como por la inestabilidad política interna, fue incapaz de responder. Ese mismo noviembre, en medio del intento de golpe de Estado liderado por Hitler en Baviera —el llamado Beerhallputsch o "Putsch de la cervecería"—, el presidente Friedrich Ebert transfirió poderes extraordinarios al ministro de Defensa, Otto Gessler. Esto otorgó al Reichswehr un papel político directo y marcó su transformación en una herramienta clave para la estabilidad interna del régimen.
Con la firma de los Acuerdos de Locarno en 1925 y el ingreso de Alemania en la Sociedad de Naciones, la región del Rin fue oficialmente desmilitarizada. Hacia 1930, la influencia del Reichswehr aumentó, favorecida por el colapso del sistema parlamentario y la consolidación del gobierno presidencial. Tanto Franz von Papen como el general Kurt von Schleicher consideraron en su momento recurrir al ejército para acabar con la República de Weimar.
En 1935, el Reichswehr fue disuelto oficialmente. El régimen de Hitler puso en marcha una ambiciosa reforma militar que incumplía abiertamente el Tratado de Versalles. El 1 de marzo se creó la Luftwaffe, y el 16 de marzo se reintrodujo el servicio militar obligatorio. Ese mismo día, el antiguo Reichswehr adoptó su nuevo nombre: la Wehrmacht.
Evolución del camuflaje alemán
Tras el final de la Primera Guerra Mundial, quedó en evidencia que el color liso estándar utilizado hasta entonces —el Feldgrau, un tono gris verdoso— ya no era eficaz en los nuevos escenarios de combate. Ya en 1918 se emitieron las primeras instrucciones para aplicar camuflaje tricolor al equipamiento militar. Posteriormente, el 12 de mayo de 1920, el mando del ejército alemán (Heeresleitung) estableció oficialmente un nuevo patrón de camuflaje multicolor, conocido como Buntfarbenanstrich. Este esquema se basaba en manchas verdes, amarillas y marrones. Al principio se aplicaba manualmente, aunque más adelante se introdujeron pistolas pulverizadoras para agilizar y uniformar la aplicación.
En 1922, el boletín oficial H.V.Bl. 1922, nº 24, precisó que este esquema debía utilizarse exclusivamente en vehículos de combate, como blindados y tractores de artillería. El resto de los vehículos seguía pintándose en el Feldgrau tradicional. El camuflaje Buntfarbenanstrich continuó utilizándose durante los primeros años de la Wehrmacht, aunque los patrones podían variar ligeramente según el fabricante, el modelo o la fecha de producción. A pesar de estas diferencias, este esquema tricolor se consolidó como uno de los elementos más representativos en la evolución del camuflaje militar alemán del periodo de entreguerras.
Estándares de color en el ejército alemán
El 23 de abril de 1925 se creó en Alemania el RAL —Reichsausschuss für Lieferbedingungen, o Comité Nacional de Condiciones de Suministro—. Aunque operaba bajo supervisión del Ministerio de Economía, funcionaba de forma autónoma. Su función principal era establecer normas técnicas para productos industriales, incluyendo un sistema unificado de colores aplicable a la industria, el transporte y las fuerzas armadas.
El primer listado oficial de colores se publicó en 1927 con la designación RAL 840. Este estándar permitió unificar la fabricación de pinturas y reducir costes mediante producción a gran escala y la eliminación de duplicidades. En ese contexto, el acceso a pigmentos importados era muy limitado: Alemania sufría escasez de divisas, y el marco alemán tenía escasa aceptación en el exterior. Por ello, se recurrió mayoritariamente a pigmentos de origen local. En los años siguientes, la gama de colores se amplió progresivamente, en su mayoría para dar respuesta a las necesidades de organismos públicos como correos, ferrocarriles o servicios administrativos.
Ese mismo año 1927 se publicó también un estándar específico para el sector del transporte: el RAL 840 B, que incluía 40 colores destinados a vehículos automotores. En 1932 se revisó esta paleta y se actualizó bajo el nombre de RAL 840 B2 para evitar confusiones con la versión anterior. Más adelante, el sistema siguió ampliándose mediante anexos independientes, conocidos como Ergänzungsblätter.